Longboards Freeride
Mientras que el descenso consiste en bajar la montaña lo más rápido posible, el freeride te permite soltarte de verdad en la misma pista. El freeride es algo para longboarders creativos. La regla aquí es: no puedes, no puedes. Cuanto más inusual sea tu viaje, mejor. No es de extrañar que ahora haya incluso eventos propios de freeride que emocionan al público. Aquí puedes encontrar nuestra selección de longboards freeride. ###
Factor de diversión: Freeride
De pie o en cuclillas, rápido o lento, con toboganes o sin ellos: en el freeride, básicamente todo está permitido. La única regla: no hagas nada que te ponga en peligro. Este estilo de pilotaje lo utilizan a menudo los practicantes de descenso para acercarse gradualmente a sus límites y averiguar en qué nivel se encuentran sus habilidades.
Freeride jalador de multitudes
Pero incluso si no eres adicto al subidón de la velocidad, el freeride puede ser algo para ti. Una cosa es segura: este estilo de pilotaje aporta esa dosis extra de adrenalina.
Por ello, el freeride se ha establecido como una disciplina popular en los eventos de longboard. Los pilotos sólo pueden beneficiarse de ello, porque en un evento de este tipo pueden demostrar sus habilidades sin tener que preocuparse de que un coche se acerque a ellos en la pista. Además, las carreteras en las que se celebran estos eventos siempre están suficientemente equipadas con balas de heno, para que al menos los accidentes graves no acaben en la cuneta.
La tabla perfecta para freeride
Aunque los longboards de freeride están diseñados para la velocidad de forma similar a los modelos de descenso, encontrarás algunas diferencias. Las cubiertas Freeride suelen ser un poco flexibles, lo que facilita su manejo.
También suelen tener una forma que no permite distinguir la parte delantera de la trasera. Esto es importante porque a muchos freeriders les gusta hacer un giro de 180° mientras montan y continuar con la posición opuesta de los pies. En este contexto, el profesional habla de una "cubierta de doble punta".
Para conseguir deslizamientos perfectos (también parte integrante del freeride), la mayoría de las tablas de freeride también tienen una postura muy baja y, por tanto, se dejan caer.
Las características de un longboard freeride:
- Ligera flexibilidad (según preferencias)
- Cubierta de doble punta
- Postura profunda
- Huecos en las ruedas para evitar mordeduras.
Versatilidad: la gran ventaja de las tablas de freeride
La composición de un longboard freeride garantiza que puedas utilizarlo de forma muy versátil. Por un lado, puede soportar altas velocidades, por otro, puedes desarrollar un estilo de conducción individual con ella.
Por cierto, una patada en la nariz o en la cola proporciona aún más variabilidad al pilotar. Estos pequeños extras te permiten hacer caballitos y shuvits.
Si te interesa el freeride, es muy importante que tengas suficientes conocimientos previos. Por desgracia, el valor por sí solo no basta para convertirse en un buen freerider. En este contexto, sin duda debes conocer tus límites y protegerte siempre bien. Los protectores de las articulaciones y el casco son obligatorios cuando se practica freeride.
Una combinación de creatividad y velocidad: para muchos longboarders es la perfección de su afición. Si no quieres elegir entre uno u otro, deberías probar el freeride. Sin embargo, asegúrate de conseguir una tabla que pueda soportar las difíciles exigencias de este estilo y no olvides protegerte: hasta el mejor freerider se cae de vez en cuando.